Los implacables incendios forestales en Tenerife no dan tregua. Pese a la acción masiva e ininterrumpida de brigadas de bomberos, por tierra y aire, las llamas se extienden sobre la superficie de nueve municipios, arrasando cerca de 4.000 hectáreas. Las autoridades abocadas a aquietar el fuego calificaron de «dura y complicada» la lucha contra las llamas por los cambios de viento en las últimas horas.
La intensa ola de calor que azotó a Tenerife la semana pasada y las condiciones extremas del terreno, desataron los incendios aún fuera de control en la más grande de las islas Canarias. La propagación del fuego por las complejas condiciones meteorológicas acumula 72 horas.
Los incendios tienen ya un perímetro de unos 42 kilómetros y han calcinado más del 1,6% de la superficie de la isla. Afectando a los municipios de Arafo, Candelaria, El Rosario, La Orotava, Santa Úrsula, La Victoria, El Sauzal, Tacoronte y La Matanza. La situación de emergencia obligó a evacuar a más de 3.000 personas en algunos de estos municipios y a confinar a otras 3.820 desde que se desató el fuego.
“Es un incendio de enorme severidad”, afirmó el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Morcuende. Entretanto, el jefe técnico de Riesgo Forestal del Cabildo de Tenerife, Pedro Martínez, confió que “quedan días duros por delante sobre todo teniendo en cuenta el cambio meteorológico que se prevé para los próximos días con subida de las temperaturas”.
Trabajan en las labores de extinción más de 260 efectivos bomberiles. A la fecha, se han realizado 226 descargas de agua a través de 16 medios aéreos que circundan las zonas de mayor peligro y fuego intenso. Para mañana está prevista la llegada del helicóptero Kamov, con capacidad para descargar 4.500 litros de agua.
La Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) de Puntagorda (La Palma) trasladada a Tenerife para sofocar las llamas que arrasan los montes de la isla. Los brigadistas describieron la noche de este viernes como «dura y complicada». Pues entró en la isla el viento del este lo que provocó llamaradas en algunas zonas, como había advertido el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo.
“Los ciudadanos no deben alarmarse si ven esto porque no son nuevos focos sino que el aire aporta oxígeno a las llamas”, advirtió.
El Ministerio de Defensa envió a Canarias un avión cargado con diez contenedores de material retardante. Y dos con espumógeno que se prevé claves para apagar el peor incendio forestal de los últimos 40 años en Tenerife. Explicó el despacho que el retardante permite impregnar un aislante químico sobre la vegetación y evitar la propagación del fuego creando líneas preventivas. Mientras que el espumógeno permite que las descargas aéreas sean más eficaces.
La asociación de brigadistas indicó en su cuenta de Twitter que los cambios de viento han generado pavesas saltando las líneas de control establecidas. Los efectivos que trabajaron durante la noche en las labores de extinción se encuentran en el aeropuerto Tenerife Norte para ser trasladados de vuelta a su base y ser relevados por una nueva brigada de refresco.
Asimismo, la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha multiplicado sus esfuerzos con ataque directo a las llamas con autobomba en la Pista del Rayo, vigilancia en La Esperanza. Y el establecimiento de líneas de defensa en el Barranco de Amanca y vuelos de drones para control de los frentes.
Otra de las preocupaciones de las autoridades es la calidad del aire. El Gobierno de Canarias alertó de la calidad del aire desfavorable en los municipios de Güímar, Arafo, Candelaria y El Rosario por el humo de los intensos incendios en Tenerife.
El humo de los incendios forestales está compuesto por una mezcla de gases y partículas pequeñas que se emiten por la combustión de la vegetación y otros materiales. El Gobierno recomienda a la población afectada evitar la permanencia en el exterior y la realización de actividades físicas intensas o prolongadas.
También aconseja cerrar puertas, ventanas, y si se dispone de aire acondicionado ponerlo en modo de recirculación y con filtros limpios.
Sugiere el uso de mascarilla FFP2 para evitar problemas respiratorios y protegerse los ojos en la medida posible, lavarlos si fuera necesario.
Igualmente advierte que la población sensible y los grupos de riesgo son personas con enfermedades respiratorias o cardíacas previas, como asma, bronquitis crónica y enfisema. Niños, mujeres gestantes y ancianos y personas que realizan actividad física intensa.
Los síntomas probables son la tos, irritación de ojos, nariz o garganta; dificultad para respirar profundamente. Molestias torácicas, palpitaciones, fatiga; agravamiento de síntomas en personas con enfermedades respiratorias o cardíacas previas.