En España cobra impulso el autoconsumo de energía y ahora, el comercio de energía/Pixabay

Los altos precios de la factura eléctrica ponen en aprietos a los consumidores. Tasas que se han disparado más con la incertidumbre del suministro de energía, generado por la guerra en Ucrania y, que se estima, se mantendrán en el mediano plazo. Vecinos de España están ideando alternativas para ahorrar dinero con el comercio de energía.

La opción que están explorando familias españolas consiste en instalar paneles solares en sus hogares y compartir la energía generada en el vecindario. Esto será posible con un novedoso sistema fotovoltaico. Si se pusiese en práctica, estos grupos no solo dejarían de pagar por la luz en sus casas, sino que además podrían recibir dinero con sus placas. Esta fuente de energía gana espacio a nivel global.

Las ventajas, por añadidura, podrían ampliarse para los propietarios de estos paneles solares. El Real Decreto 477/2021 destina 660 millones de dólares en ayudas para instalaciones de autoconsumo, almacenamiento y climatización con energías renovables.

Seguramente este planteamiento tendrá simpatizantes en el sector hostelero y de posadas. Que, en un intento, por autoabastecerse de energía también puedan suministrar a los vecinos, con los beneficios que ello impone. Las quejas de pequeñas y medianas industrias son diarias por las altas facturas que deben cancelar por el servicio eléctrico.

En Baviera, Alemania, se realizó un ensayo de este novedoso sistema fotovoltaico de compra-venta de energía a pequeña escala. El estudio se realizó en la Universidad Técnica de Múnich (TUM) y comenzó en 2021. Los investigadores simularon el sistema energético del futuro durante un período de seis meses. Siete hogares participaron en el proyecto “BASE.V”, que probó el comercio de electricidad entre vecinos.

Vecinos estudian comercializar energía en España

El proyecto se diseñó para investigar qué sucedería en la red eléctrica si los vecinos se anotan en el comercio de la energía solar, esta vez en Baviera y no en España. Y si además, cuentan con almacenamiento y automóviles eléctricos de manera continua y en ascenso en el futuro.

 Los resultados muestran que la compra y venta de electricidad puede reducir los picos de consumo y evitar cuellos de botella en la red cuando existe un incentivo económico. En otras palabras, la estabilidad de la red se beneficia de la gestión inteligente de la energía.

El socio industrial del proyecto de investigación, financiado por el Ministerio de Asuntos Económicos de Baviera, fue el proveedor alemán de baterías Sonnen. Equipó los siete hogares de prueba en esa localidad alemana con sistemas solares, baterías y coches eléctricos con estaciones de carga. Luego, los participantes podían comprar o vender la electricidad a través de una plataforma central de comercio entre pares.

Las órdenes comerciales individuales se ejecutaron a través de «contratos inteligentes», que se procesaron a través de una cadena de bloques administrada por el especialista en soluciones de automatización Moxa.

“Los requisitos especiales de un experimento de campo han confirmado la capacidad de fácil mantenimiento remoto de nuestra plataforma IoT. Ni un solo cambio requirió una visita in situ de nuestros expertos”, dijo Martin Jenkner, gerente de proyectos de Moxa Europe. “Pudimos administrar de forma remota cualquier actualización que quisiéramos para la puerta de enlace durante la prueba”.

La exitosa prueba piloto también fue un indicador importante para los operadores de red involucrados.

Barrio del Guinardó, una comunidad energética

El sistema de paneles solares instalados en los hogares y que los vecinos pueden comercializar, trajo varias lecturas positivas.

“Más de 350.000 sistemas de generación descentralizados ya están alimentando la red eléctrica regional de Bayernwerk Netz GmbH. Además del creciente número de sistemas fotovoltaicos descentralizados en el lado del generador, hay cada vez más bombas de calor. Y automóviles eléctricos en el lado del consumidor”, dijo Stefan Bergermeier, gerente de proyectos de Bayernwerk Netz. “Junto con un alto nivel de consumo y generación simultáneos, esto representa un gran desafío para la red local”.

El proyecto demostró que el comercio de electricidad en el vecindario basado en incentivos complementó la expansión necesaria de la red de manera sensata.

“El comercio entre hogares no es un sueño del futuro. Se puede implementar hoy con las posibilidades técnicas”, señaló Susan Käppeler, gerente de país de Sonnen DACH.

 “Tanto en términos de opciones de almacenamiento como de control inteligente. Para que estas soluciones sean accesibles para las personas, necesitamos una infraestructura de energía digital en la que los medidores inteligentes sean el requisito básico absoluto”, añadió.

En Barcelona, España, están movilizando algunas propuestas que faculten a los vecinos a autoabastecerse de energía y darle utilidad en el comercio de la zona. Es el caso del barrio del Guinardó, una comunidad energética.

Este concepto describe una colaboración entre vecinos, entidades y (en algunos casos) la administración para generar energía verde de proximidad, descentralizada y pensada para el autoconsumo. Un modelo por el que la capital catalana está apostando para tratar de impulsar las energías renovables. En un momento de especial preocupación por la crisis energética y por los precios de la electricidad, reseña elDiario.es

Madrid se anota en el autoconsumo

Estos polos de energía verde en Guinardó, se prevé que entren en pleno funcionamiento en 2023. Cuentan con el apoyo del consistorio, que ha cedido los tejados de edificios públicos para colocar las placas solares.

Pero, más allá de la participación del consistorio, si estas iniciativas son posibles es gracias al impulso y la inversión inicial de los vecinos y entidades interesadas. Aunque los precios de este tipo de instalaciones han bajado sustancialmente en los últimos años, continúan siendo prohibitivos para familias con bajos ingresos.

Para solventar esto, comunidades como la del Guinardó reservan el 10% de su energía producida para abastecer a familias vulnerables. “Esto va de medio ambiente, pero también de acabar con la pobreza energética”, señaló a elDiardio.es, Ángel Campabadal, miembro de esa comunidad. Aunque reconoce que su “humilde aportación” no acabará con el problema de abastecimiento energético.

También el Ayuntamiento de Madrid suscribió un acuerdo estratégico con UNEF, con el objetivo de fomentar conjuntamente el despliegue del autoconsumo en Madrid. Con este convenio, las partes dan un paso más en la consecución de los objetivos de autoconsumo fijados en la Ruta del Autoconsumo del Ministerio de Transición, que permitirán a los ciudadanos beneficiarse de las ventajas de este modelo energético, económico y sostenible.