La producción de pistacho en España se ha disparado sustancialmente en los últimos años. Desde 2015 -punto de partida del auge- a la fecha, las hectáreas de cultivo han escalado año tras año, al pasar de 7.857 a más 55.000 hectáreas en el territorio nacional. La empresa Sancorganic S.L, es parte del crecimiento y planea arrasar una superficie de bosques centenarios y monte similar al parque Enrique Tierno Galván, en Madrid, para cultivar árboles de pistacho. A la vista crítica de vecinos y ecologistas.
La compañía es propietaria de 149,59 hectáreas de suelo, localizadas entre el río Jarama y la urbanización Silillos, en el municipio de Valdetorres de Jarama. Una pequeña y acogedora localidad a 32 kilómetros de Alcalá y a 39 kilómetros de Madrid dedicada a la agricultura y ganadería.
En su gestión, Sancorganic acumula un historial de polémicas, según Ecologistas en Acción y otras organizaciones, al vallar su finca en Madrid y restringir el paso al río. Esta acabó con la vida de tres corzos que murieron de sed, dentro de la finca y en su perímetro externo.
Otras de las acciones adversas que ha llevado a cabo desde 2022, son el corte de dos caminos que vecinos de la zona reclaman como accesos públicos. Y la invasión de parte de un monte propiedad de la Comunidad de Madrid y Red Natura 2000, por lo que ha sido sancionada.
En marzo del año pasado, la empresa realizó movimientos de tierras, eliminando buena parte de la vegetación natural en una zona de gran valor ecológico, impulsando una degradación de los suelos. Alarmados por la gravedad de estas actuaciones, el vecindario puso en conocimiento de los hechos a colectivos ecologistas ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, GRAMA y Jarama Vivo.
A la alarma de los vecinos y los ecologistas se sumó el cuerpo de Agentes Forestales que emitió una denuncia por los mismos hechos.
El Área de Disciplina Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente procedió a abrir un expediente sancionador contra Sancorganic al constatar el “decapado del terreno forestal con eliminación de vegetación herbácea y arbustiva y poda de vegetación arbórea en la linde de las parcelas con el río Jarama”.
Además, constataron en el interior de la finca, “la roturación de terreno forestal”. Así como el “decapado” y “plantación de pistachos”, en un área de 25.826 m2 dentro de la superficie correspondiente al espacio protegido de la Red Natura 2000. Por tanto, se procedió a la sanción.
Pese a este incidente la empresa Sancorganic S.L, planea arrasar una superficie de bosques centenarios en Madrid, para cultivar árboles de pistacho. La intención de la empresa es plantar pistacheros (árbol del pistacho) en regadío, denunció Ecologistas en Acción en un informe. Actualmente parte de los terrenos ya han sido roturados y plantados.
Pero dentro de la propiedad hay 56 hectáreas de uso forestal, cubiertas por bosques de ribera (sauces, fresnos, chopos), por retamares y pastos. Se trata de terrenos contiguos al río Jarama y parcialmente incluidos o colindantes al espacio Red Natura 2000. Sobre estos suelos no puede cultivarse, salvo que la Consejería de Medio Ambiente autorice un cambio de uso, pasando de forestal a agrícola. Y es lo que ha hecho Sancorganic.
En septiembre, la empresa solicitó el cambio de uso y presentó el proyecto que debe someterse a evaluación ambiental antes de ser autorizado. El proyecto es altamente impactante.
La extensión del cultivo de pistacho en Madrid está motivada por el aumento de la demanda mundial del producto y su alta rentabilidad frente a otros cultivos.
En esta ocasión, Sancorganic pretende nivelar y allanar las 56 hectáreas forestales para lo cual traerá arena, carente de valor agrológico, de las graveras existentes en el sureste madrileño (Arganda del Rey, San Fernando de Henares, San Martín de la Vega). Esta actuación requiere la eliminación de arbustos y de la cubierta vegetal y la tala de la totalidad del arbolado. Incluyendo fresnos centenarios situados en las proximidades de cursos de agua temporales que quedarían enterrados. La extensión afectada es superior a las 45 hectáreas del parque Enrique Tierno Galván.
A juicio de los colectivos ambientalistas “arrasar esa zona forestal es un despropósito y un sinsentido”. Valdetorres de Jarama es un municipio fundamentalmente agrícola (87% de la superficie municipal). La superficie forestal es muy escasa (9 % del total) y juega un papel fundamental como refugio de fauna, frente al calor del verano y al frío del invierno.
Además es una zona en la que, en la época de lluvias, se forman estanques temporales, asociados a hábitats de gran interés y que albergan gran variedad de avifauna. Afirman que es insostenible eliminar el poco bosque que existe, llenarlo de gravas del sureste y posteriormente convertirlo en más suelo agrícola.
El proyecto reconoce que las dotaciones de agua necesarias para la explotación, exceden a las máximas especificadas en el Plan Hidrológico del Tajo (3.921 m3/ha/año frente a 3.400 m3/ha/año). Es decir la explotación de pistachos necesitaría superar en 500 metros cúbicos por hectárea, el máximo autorizable. Esto supone la imposibilidad de atender las demandas del cultivo e implicaría su inviabilidad. Salvo que se pretenda extraer más agua de la autorizada, lo que sería ilegal.
Adicionalmente, la empresa Sancorganic ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Tajo modificar una concesión de aguas del río Jarama para regar una importante extensión de terreno cerealista de secano, donde también tiene previsto plantar árboles de pistacho.