Llegaron las lluvias otoñales en España atenuando la intensa sequía que ha marcado al país y limitado las actividades del campo, la ganadería y la generación hidroeléctrica, ante el bajón de sus embalses. Las primeras gotas han sido celebradas. Pero, a decir del Aemet y Minteco, son insuficientes para revertir los estragos de las altas temperaturas y bajas precipitaciones del período 2021-2022.
El 46,6% de la superficie del país está en sequía prolongada, asociada a la falta de precipitaciones, indicó el Ministerio para la Transición Ecológica. Refirió que en el mes de octubre, primero del año hidrológico ha tenido en España una precipitación media de 52 milímetros. Inferior al valor medio de los meses de octubre de la serie de referencia 1981-2010 (74,9 mm).
Y en lo que va de 2022, octubre ha sido también el mes con niveles más bajos en aguas subterráneas de todo el año. Indicadores que han venido decreciendo desde mayo en forma continua, precisó el despacho.
En España, según el último informe de la Subdirección General de Planificación Hidrológica del Ministerio, hay 18 regiones en situación de emergencia, donde ya se han tomado medidas. 26 se encuentran en alerta y 29 en las que la situación es preocupante. Casi la mitad de la superficie española se encuentra en sequía prolongada, según los datos.
«No hemos sido suficientemente previsores», dijo Jesús Vargas a DatosRTVE. Profesor de la Universidad de Málaga y miembro del Observatorio Ciudadano de la Sequía. Recordó que desde esa instancia llevan tiempo anticipando la necesidad de contener el consumo económico ante la ausencia de lluvias.
Este escenario de prologada sequía y bajas lluvias en España ha llevado a varios ayuntamientos y mancomunidades a activar las primeras fases de sus planes de gestión. En los peores casos, las medidas se limitan a cortes nocturnos del suministro de agua para el consumo. Además de restricciones al riego, la ganadería y la industria.
«Todavía están lejos de cortes importantes en grandes núcleos de población», señaló Vargas tras insistir en la necesidad de ahorrar agua.
El año hidrológico 2022-2023 comenzó arrastrando una sequía que se ha visto agravada en los dos últimos meses. Octubre, el primer mes del ciclo, ya registró menos precipitaciones de lo normal. Y aunque en noviembre ha llovido más, se ha distribuido de manera desigual. La situación sigue siendo preocupante, con valores globales por debajo de la media de la serie histórica desde el pasado abril.
De hecho, Barcelona y gran parte del noreste de España están aplicando restricciones al consumo de agua. Es un gesto que pone de manifiesto la situación de escasez que vive esta comunidad autónoma, que ya ha implantado limitaciones al uso del agua en más de 500 de municipios. Esta medida al consumo de agua ocurre luego de que una sequía de meses ha devastado las cosechas. Ahora se empieza a limitar las actividades humanas en esta nación bañada por el Mediterráneo.
Las medidas afectarán a 6,7 millones de personas, el 80% de la población de la región, dijo Patricia Plaja, vocera del gobierno catalán. Plaja explicó que por ahora no será necesario limitar el uso de agua para lavar, cocinar o beber en las casas. Pero el gobierno exhortó a la población a ser conscientes de la situación excepcional que enfrenta el país.
Las últimas lluvias en España no revierten la situación de sequía meteorológica actual en el país, afirmó Rubén del Campo, portavoz de Aemet. E hizo hincapié en «la necesidad de más episodios de lluvias» las próximas semanas para paliar la situación.
Las precipitaciones no alcanzan las 2/3 partes de lo normal para esta época del año, de acuerdo con datos de la agencia.
También señalan que el actual año hidrológico, desde el pasado 1 de octubre hasta mediados de este mes, arroja un total de 69 litros por metro cuadrado. Es decir, 40 litros por metros cuadrado por debajo de lo normal en dicho período (109 litros), recogió 20minutos.
En general, las cantidades acumuladas se encuentran por debajo de sus valores normales en gran parte de la península salvo en Galicia, en Castilla y León, en la mitad norte de Extremadura.
En la última semana, los embalses peninsulares han ganado 195 hectómetros cúbicos y se encuentran al 32,9% de su capacidad. La cifra sigue siendo su valor más bajo para estas fechas desde 1995. Según el informe del Miteco, el 46,6% de la superficie geográfica de España está en sequía prolongada, directamente asociada a la falta de precipitaciones.
La escasez de precipitaciones y la mala gestión del agua ha provocado que el agua embalsada sea menos de la habitual, reseñó Business Insider. Y ha obligado a tomar medidas en Andalucía, Galicia, Cataluña, Cantabria o Castilla y León. Entre ellas, cortes de suministro por las noches, cierre de duchas en las playas, prohibición de llenado de fuentes o limitaciones en el riego de jardines.
Y podría ir a más. En agosto, la Consellería de Infraestructuras de Galicia reconoció que había una «amenaza real» de desabastecimiento de agua en varias zonas de la comunidad.