La India es el tercer país del planeta en emitir gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático y, en su propósito público por enmendar ese adverso aporte, actualizó su plan climático con mayor ambición y rectificación de los objetivos sostenibles. En 2016 se comprometió a una reducción de las emisiones, comparado con los niveles de 2005, de entre el 33 % y el 35 % para 2030. Y a crear un sumidero de carbono adicional de 2,5 a 3 mil millones de toneladas de CO2 equivalente, mediante una cubierta forestal y arbórea.
Ahora, el gobierno del primer ministro Shri Narendra Modi, aprobó la Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC), a través del cual establece compromisos mayores para frenar el cambio climático.
La NDC actualizada busca mejorar las contribuciones de la India para lograr el fortalecimiento de la respuesta global a la crisis climática. Tal acción, según las autoridades indias, ayudará al país a marcar el comienzo de caminos de crecimiento con bajas emisiones y protegería los intereses nacionales y salvaguardaría sus futuras necesidades de desarrollo, sobre la base de los principios y disposiciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
La India se compromete a reducir la intensidad de las emisiones de su PIB en un 45 % para 2030, desde el nivel de 2005. Así como alcanzar cerca del 50 % de la capacidad instalada de energía eléctrica acumulada a partir de recursos energéticos no basados en combustibles fósiles para 2030.
Un informe reciente del Centro de Investigación de Políticas (CPR), en Delhi, denunció que el gobierno cambió la metodología para hacer las mediciones de la cubierta forestal y arbórea. A partir de 2019 incluye árboles fuera del área del bosque, tanto en tierras públicas como privadas.
Este plan climático enfatiza en la necesidad de recuperar estilos de vida sostenibles y justicia climática en la India. Con la finalidad de proteger a los pobres y vulnerables de los impactos adversos del cambio climático.
«Proponer una forma de vida saludable y sostenible basada en las tradiciones y los valores de conservación y moderación. Incluso a través del movimiento de masas como el ‘LIFE’ (Lifestyle for Environment), promovido por Modi en la cumbre de la COP26, como clave para combatir la crisis del clima «, indicó el NDC.
Según Climate Trade, la India ocupa el tercer lugar en el ranking de países contaminantes, con la emisión de 2.654 millones de toneladas de CO2.
El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans, sigue con interés el plan climático de la India. Señaló que «no hay futuro para el carbón». Pero dejar de depender de su actividad «es extremadamente complicado» por las implicaciones sociales y económicas para la India. Considerado el tercer mayor productor de esta fuente de energía, solo por detrás de EE UU y China.
Sin embargo sugirió que la India podría beneficiarse de la energía eólica e hidráulica, fuentes que aportan resultados positivos en la economía y reducción de gases contaminantes.
La capacidad no fósil, que incluye la energía nuclear y las grandes represas hidroeléctricas, así como la eólica y la solar, es de alrededor del 40 % en la actualidad. “Es bueno que hayan corregido ese error, ahora es mucho más real”, dijo a Climate Home News Swati D’Souza. Analista principal de India y coordinadora de la Agencia Internacional de Energía (AIE). “El objetivo de reducción del 45 % (de la intensidad de las emisiones) es alcanzable para la India”.
Esta actualización del plan climático en la India ocurre “a pesar de la agitación que está ocurriendo en los mercados energéticos mundiales y con los países de Europa moviéndose hacia el gas. Nos hemos apegado a nuestras armas. Eso dice algo sobre el compromiso de la India con la descarbonización”, dijo Swati D’Souza.
El plan incluye incentivos fiscales vinculados a la producción, fabricación y adopción de energías renovables. Esto conducirá a un aumento de empleos verdes en industrias de energía limpia. Factorías de automóviles eléctricos y de productos de bajas emisiones como electrodomésticos eficientes. Y tecnologías innovadoras como hidrógeno verde, entre otras.
Asimismo se han lanzado programas para ampliar las acciones de la India tanto en adaptación como en mitigación en muchos sectores. Incluidos agua, agricultura, bosques, energía y empresa, movilidad y vivienda sostenibles. Gestión de residuos, economía circular y eficiencia de recursos.
La campaña masiva de bombillas LED de India está reduciendo las emisiones en 40 millones de toneladas anuales. Como resultado de las medidas mencionadas, la India busca desvincular el crecimiento económico de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Navroz Dubash, profesor del Centro de Investigación de Políticas, describió el objetivo de 2030 como un «compromiso sustancial. Es probable que se pueda lograr en base a las políticas actuales”, precisó.
Sin embargo, confió, “esta no es una tarea trivial y requerirá cambios estructurales profundos en la economía india para desvincular el carbono y el PIB. Más allá de lo que India ha logrado en las últimas décadas”.
Dijo además, que la decisión del gobierno de no comprometerse con una promesa de generación de energía limpia fue una «oportunidad perdida» para frenar el carbón. Eso “hubiera sido un cambio de juego, porque habría requerido una gestión activa de la energía térmica frente a la energía renovable”, añadió.
India tiene en su plan climático una meta de lograr 450 GW de capacidad de energía renovable para 2030. La promesa verbal de Modi de aumentar eso a 500 GW no llegó al corte final.
“Nada análogo queda ahora en el ámbito internacional”, puntualizó Dubash. “El nuevo compromiso de electricidad tiene el beneficio de la simplicidad y la claridad. Pero no es el punto de referencia para seguir el progreso de la India, sino el compromiso nacional”.
Climate Action Tracker consideró que el objetivo anterior de la India era «altamente insuficiente» y estaba en línea con el calentamiento de 4 °C. Pero le dio crédito al gobierno por las políticas y acciones que superarían el objetivo. Dos tercios de su paquete de estímulo Covid se destinaron a una recuperación verde, algo socavada por el continuo apoyo al desarrollo del carbón.
Se espera que el plan actualizado sea consignado en el registro de la ONU en los próximos días.