Se proyecta como un terminal moderno para recibir buques portacontenedores (que transportan 18.000 contenedores) directamente desde Asia Crédito: MTC

Un ambicioso proyecto se adelanta, con altibajos operativos y financieros, en las costas al norte de Lima. Capitales y alianzas estratégicas entre China y Perú dan impulso a lo que será la Terminal Portuario Multipropósito de Chancay. Una infraestructura monumental que fomentará el comercio de América Latina con Pekín. Con avance de la construcción surgen críticas de afectados y expertos por los daños ambientales y la destrucción de ecosistemas.

Se proyecta como un terminal bien equipado y con capacidad para recibir buques portacontenedores (que transportan 18.000 contenedores) directamente desde Asia. El megapuerto apunta a convertirse en el hub de la región, por el cual transiten importantes volúmenes de mercancía hasta y desde el Pacífico. Pero en principio está diseñado para el embarque de materia prima de la minería peruana. La inversión asciende, en su primera etapa, a 1.213 millones de dólares (no incluye IGV), y su concepción final superará los 3.600 millones de dólares.

“El puerto de Chancay convertirá al Perú en el primer centro logístico del Pacífico en Latinoamérica. Dinamizará la economía, impulsará las exportaciones y generará oportunidades comerciales. Además, su construcción genera miles de empleos para la población local», dijo el ministro de Transporte y Comunicaciones, Geiner Alvarado.

Cosco Shipping Ports, una multinacional del Estado chino, construye el terminal a 80 kilómetros al norte de Lima. Sería un punto preferente para la salida de las materias primas que la región exporta a China, como el cobre y otros minerales que Perú extrae en abundancia. La obra va dejando a su paso una impactante destrucción del medio ambiente. Reciente ocurrió un derrame petrolero de una refinería de Repsol en esas mismas costas.

El terminal portuario Chancay: excavaciones y demoliciones

La idea era de construir un muelle complementario para aliviar la congestión del puerto de El Callao, principal punto de llegada de mercancías a Perú, pero el capital chino magnificó el proyecto y lo puso a andar.

Los mares del norte de Lima se caracterizan por su amplísima diversidad de aves, especialmente de albatros., y ser el hábitat de la ballena jorobada, el león marino sudamericano, la tortuga laúd, el pingüino de Humboldt y otras especies marinas protegidas.

La construcción de puerto Multipropósito de Chancay ha adelantado el movimiento de tierras en 61,19%. Actualmente, se perfora un túnel, de 1,8 kilómetros de longitud..

Para el puerto, se demolió uno de los cerros que configuran el paisaje de acantilados típico de esta zona de la costa central del Perú, reseñó BBC Mundo. Y para conectarlo con la cercana carretera Panamericana se excava bajo el núcleo poblado de Chancay el túnel que tendrá tres carriles para circulación de vehículos. Dos cintas para el transporte de carga a granel sólida y tuberías para los líquidos. Habrá también grandes áreas de almacenaje de contenedores, estacionamiento de vehículos pesados, oficinas y aduanas.

«Las dimensiones son tan grandes que indican que Chancay será un punto crítico para los envíos a China y a toda Asia», dijo Margaret Myer, experta en Asia y América Latina de The Dialogue, un centro de análisis estadounidense. El gobierno peruano espera atraer alrededor de un 50% de los cerca de 580.000 millones de dólares que mueve cada año el comercio entre China y América del Sur.

En peligro los humedales

La compleja obra de ingeniería ha sido inscrita en la llamada Nueva Ruta de la Seda. Un plan de inversiones masivas lanzado por el presidente chino Xi Jinping para construir grandes proyectos de infraestructura en el mundo.

En 2018, un grupo de organizaciones civiles presentó un recurso contra el Estudio de Impacto Ambiental realizado por la empresa Cosco Shipping. Y el gran Terminal Portuario Multipropósito de Chancay.

El biólogo marino alemán Stefan Austermühle, elaboró un informe en el que denunciaba que la construcción del puerto causaría daños irreparables al humedal de Santa Rosa. Un paraje de 77 hectáreas contiguo a los terrenos donde se construye el puerto en el que tienen su refugio cerca de un centenar de especies de aves. Ahora afectadas por las voladuras y el trajín de camiones y maquinaria pesada.

El Servicio Nacional para la Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) de Perú solicitó a la compañía que hiciera modificaciones a su Estudio de Impacto Ambiental, tras recibir el informe. Cambiaron algunos aspectos del proyecto. Entre otros, se instalaron unos enormes tubos que atraviesan la playa de Chancay de lado a lado. Austermühle explicó que son unos geotubos que se utilizan para contener la subida de las aguas. «Sin embargo es una tecnología que ha fallado en muchos lugaresy no soluciona el problema de la erosión costera», agregó. Un problema más para una zona que fue afectada por el derrame de petróleo de una refinería de la compañía española Repsol.

Grietas, ruidos, dragado y descarga de sedimentos

Miriam Arce también denunció que «muchos vecinos han visto aparecer grietas en sus casas». Barrios enteros han sido evacuados por las voladuras diarias. Arce preside la Asociación en Defensa de las Viviendas y el Medio Ambiente del puerto de Chancay, un colectivo que reclama la reubicación del puerto. «Estamos sufriendo daños psicológicos. Nadie sabe lo que es vivir todo el día con el sobresalto de las explosiones», dijo.

La ONG Mundo Azul indicó que enviaron a la empresa china 50 observaciones sobre el impacto ambiental del proyecto. “Quedan 29 observaciones que no consideramos contestadas. Cosco se niega a reconocer el impacto ambiental generado. No provee la información requerida para evaluar el impacto. Y usa conceptos científicos erróneos, niega su responsabilidad, y la acredita a terceros”. Además, señala, “sigue negando la afectación de la salud de la población por las emisiones generadas. Continúa minimizando la afectación de las actividades de dragado y la descarga de sedimentos; y sigue omitiendo el análisis de la expulsión de polvos tóxicos en el medio ambiente”.

Los vecinos organizados lamentan que la tranquilidad de la vida en Chancay se acabó. Ruidos y movilizaciones de trabajadores, camiones e insumos, han sepultado las labores milenarias de la bahía. Sostuvieron que sin haber entrado en operaciones el proyecto portuario todo se ha alterado. La fuerza de trabajo dedicada al agro y, sobre todo, a la pesca ha sido desplazada.