Las palomas están produciendo más crías como resultado del clima más cálido/Pixabay

Las principales ciudades de Europa se caracterizan por sus viejas infraestructuras que atesoran historias y culturas. Bulevares, plazas y otros espacios abiertos donde reencontrarse con la naturaleza. El aumento de las temperaturas está creando condiciones ideales para que plagas como ratas y palomas se reproduzcan más rápidamente. Esta situación está creando un problema urgente de salud pública para los gobiernos locales.

Estas especies urbanas están en aumento como consecuencia del cambio climático, y las autoridades citadinas están recurriendo a métodos controvertidos para controlarlas.

«Anticipamos desde hace tiempo que el cambio climático se convertiría en una de las amenazas más importantes para la biodiversidad», sostuvo Kris Murray a POLÍTICO Pro. «Pero resulta que las especies responden de manera diferente a las diferentes amenazas. Y algunas en realidad pueden prosperar como resultado del cambio climático y la urbanización», dijo el experto en ecología y salud pública del Imperial College de Londres.

En Bruselas, por ejemplo, los inviernos más templados han hecho que aumente la población de palomas, lo que ha llevado a las autoridades a probar nuevos métodos para mantener el número bajo control.

«Las palomas están produciendo más crías» como resultado del clima más cálido, señaló Zoubida Jellab. Concejala de espacios verdes y bienestar animal de la ciudad de Bruselas. «Producen muchos excrementos… y el resultado es que hay mucha caca que limpiar en los espacios públicos y en los edificios más antiguos».

En promedio, una sola paloma puede producir hasta 12 kilos de excrementos al año. Más allá de ensuciar los espacios públicos, esas heces pueden contener bacterias que crean un riesgo para la salud.

A otras aves les afecta el calentamiento global. En su morfología, con picos, colas u orejas más grandes.

Aumentan las plagas urbanas

La captura y matanza de palomas está prohibida en la región de Bruselas. Por lo tanto, la ciudad ha adoptado una estrategia respetuosa con los animales para mantener bajo el número de aves, que se acrecientan con las altas temperaturas. Como instalar comederos para pájaros llenos de anticonceptivos que temporalmente hacen que las hembras sean infértiles.

Utilizados por primera vez en Estados Unidos, los anticonceptivos se han convertido en una táctica popular de control de la población de palomas. Y otras plagas urbanas en ciudades europeas como París y Barcelona.

«(El método) es mucho más humano que capturarlos y castrarlos. Algo que se hizo hace 10 años, o matarlos con veneno, armas u otros animales», dijo Jellab. Agregó que la estrategia, que se probó por primera vez en 2019, ha tenido éxito hasta ahora, y el número de palomas se redujo hasta en un 50% en lugares como Square Clémentine en el distrito de Laeken. La ciudad ahora está expandiendo el programa a otras partes de Bruselas.

Con el cambio climático «causando perturbaciones» en los patrones de reproducción de los animales de la ciudad, Bruselas busca «mantener el equilibrio entre el bienestar de las personas y el bienestar de los animales que viven aquí», añadió Jellab.

Ese equilibrio será cada vez más difícil de alcanzar, según Murray.

Los escenarios más probables para el cambio climático en los próximos años crearán condiciones favorables para las especies «que son básicamente parásitos», dijo. «La evidencia que tenemos sugiere que deberíamos alarmarnos sobre las enfermedades nuevas o reemergentes que pueden traer».

Ratas y mosquitos atacan

Las palomas no son las únicas especies que se multiplican a medida que cambia el clima. Las ciudades también han visto un aumento dramático en el número de otras plagas urbanas, como las ratas. Ya que las temperaturas más cálidas les permiten mantener sus camadas calientes en invierno y reproducirse durante todo el año.

«Los periodos de heladas más cortos, así como la cantidad de recursos alimentarios disponibles en el espacio público… han llevado a un aumento visible de las poblaciones de roedores en las grandes ciudades», dijo Françoise Ampoulange. Consejera municipal a cargo del bienestar animal en Toulouse.

La ciudad francesa está experimentando con una nueva táctica para lidiar con la población de ratas, utilizando hurones para controlar la cantidad de roedores.

«Se colocan trampas en las salidas de las madrigueras y se sueltan hasta tres hurones para expulsar a las ratas», explicó Ampoulange. «Las trampas tradicionales generalmente solo capturan ratas más jóvenes. Pero este sistema tiene éxito en la captura de las parejas ‘alfa’ que producen las camadas de la colonia».

La estrategia es una alternativa útil a los sistemas convencionales, dado que existen reglas estrictas sobre el uso de venenos, dijo Ampoulange. Las ratas atrapadas por los hurones luego se sacrifican con gas.

Los científicos dicen que Europa también tendrá que prepararse para nuevos tipos de plagas y el regreso de otras que han desaparecido durante décadas.

Además, las temperaturas más cálidas en el continente están ampliando la gama de especies de mosquitos invasores, por ejemplo, según Murray.

«Los mosquitos Aedes aegypti pueden transportar virus devastadores como el dengue, la fiebre amarilla, el zika y el chikungunya», manifestó. «Nuestras proyecciones muestran que esto puede ser común en Europa a finales de la década».

Muchos mosquitos invasores fueron responsables de los brotes de enfermedades en las ciudades europeas durante la primera mitad del siglo XX. Pero desaparecieron como resultado de algunos inviernos duros y mejores prácticas de manejo de mosquitos. Ahora el cambio climático ya está provocando su reaparición en el sur de Europa.

Foco de infecciones

«El aumento de la temperatura apoya ampliamente el desarrollo de esta y otras especies de mosquitos, como el mosquito tigre asiático, que ya se ha detectado en el norte del Reino Unido. Y estuvo implicado en un brote de dengue en Francia este año», manifestó Murray.

Agregó que la necesidad de almacenar agua en áreas cada vez más secas de Europa, como España, Portugal y Grecia, inevitablemente crearía entornos donde prosperan este tipo de mosquitos.

«Las ciudades tendrán que hacer más para abordar el control de los mosquitos, desarrollar mejores estándares para los tanques de agua. E incluso desplegar equipos de personas para revisar las macetas domésticas y los bebederos para pájaros en busca de agua estancada», apuntó. Pero eso podría no ser suficiente, advirtió.

«Ya se ha encontrado al mosquito tigre asiático invernando en las alcantarillas incluso en lugares con mucha nieve», confió. «Están llegando con la temperatura más cálida y desarrollando formas de sobrevivir hasta la próxima temporada y recuperarse».