2.000 abuelas introducen demanda sin precedentes contra el Estado suizo por su débil acción contra el calentamiento global.

En la plenitud de sus facultades y derechos ciudadanos. Consecuente además, con su defensa a la vida como voluntaria y trabajadora social, Marie-Eve Volkoff, de 85 años, junto a otras 2.000 mujeres jubiladas, decidieron introducir una demanda contra el gobierno suizo por las intensas olas de calor y su débil acción climática que afecta la salud.

Su frustración con lo que ella llama «bloqueo climático» es parte de su motivación para introducir ese recurso legal contra el gobierno. Es el primer caso en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El proceso, al que se espera que le sigan dos más a finales de este año, podría resultar en una orden de reducción de emisiones. Incluso más allá incluso de los compromisos del Acuerdo de París de 2015. Esas actuaciones podrían sentar un precedente importante en el país y en la región.

El caso, que involucra a miles de jubiladas suizas, está siendo visto en un Tribunal Europeo en Francia. Y es la culminación de una batalla legal de seis años en la que alegan que la acción insuficiente de su gobierno sobre el cambio climático violó sus derechos humanos.

Esta actuación, que inició el grupo de campaña Greenpeace en nombre de las mujeres, se verá el 29 de marzo en la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo.

Las olas de calor en Suiza en 2022 obligaron a Marie-Eve Volkoff a quedarse en casa durante 11 semanas con solo viajes cortos. Según narró, eran peores que el confinamiento impuesto por la pandemia y una violación de sus derechos humanos.

Jubiladas introducen demanda contra gobierno suizo

“Tuve que restringir mucho mis actividades, esperar, con las persianas bajadas y el aire acondicionado encendido (¡qué vergüenza ecologista!). A que pasara la ola de calor y me permitiera volver a la vida normal”, escribió en una carta a sus compañeros activistas titulada «una breve historia sobre el bloqueo climático» que compartió con Reuters.

Marie-Eve Volkoff disfruta del Tai Chi, el teatro y la natación en el lago de Ginebra. Señaló que su confinamiento fue necesario debido a una enfermedad cardiovascular.

Sus documentos médicos, que forman parte de la columna vertebral legal del caso, muestran que tiene un ritmo cardíaco irregular que empeora cuando hace calor. Esto la obliga a duplicar su medicación y también a descansar. «Estoy luchando por mi vida y mi calidad de vida. ¿Por qué estoy luchando? Porque solo va a empeorar. Y, si el gobierno es tan laxo como ahora, este problema no se resolverá solo», dijo. Tras considerar la acción suiza en la lucha climática hasta la fecha como «vergonzosa».

Algunas de las otras mujeres en el caso describieron dificultad para respirar, náuseas y otras afecciones por las olas de calor. E incluso pérdida del conocimiento durante las olas de calor que son cada vez más frecuentes debido al cambio climático. Una confió que sentía que «se derretiría en el concreto» cuando saliera a caminar en un día caluroso. Otros buscaron refugio en sus sótanos.

De allí se sustentan los argumentos de la demanda introducida por el grupo de jubiladas contra el gobierno suizo.

Las políticas de Suiza hasta la fecha son consideradas «insuficientes» por Climate Action Tracker. Un sitio web que monitorea la acción de los estados sobre el calentamiento global. Berna esbozó un plan para reducir aún más las emisiones en 2021, pero los votantes lo rechazaron por considerarlo demasiado oneroso.

“Tenemos miedo pero también mucha esperanza”

El gobierno suizo se negó a comentar sobre el caso. Le manifestó al tribunal que los cambios en la vida de las mujeres durante las olas de calor, como quedarse en casa, eran «bastante comunes» y que todos, incluidas las plantas y los animales, se vieron afectados.

En términos más generales, Suiza dijo que reconoce que el cambio climático es un problema para el país. Donde las temperaturas aumentan aproximadamente el doble de la tasa mundial. Pero sostuvo que las soluciones deben encontrarse en casa.

Anne Mahrer, copresidenta de la asociación Mujeres Mayores para la Protección del Clima, forma parte del grupo de jubiladas que demanda al gobierno suizo. Por derecho propio junto con Volkoff, indicó que sus años como ex política la convencieron de seguir otro camino.

«La política es muy lenta», refirió. «Las propuestas pasan de una cámara a otra y los lobbies son muy fuertes».

Los observadores reconocen que puede ser difícil demostrar que el sufrimiento de las mujeres es el resultado del cambio climático y no de otra cosa. En dos ocasiones, los tribunales locales han rechazado sus argumentos durante la batalla legal de seis años.

Decenas de mujeres mayores se reunieron este martes en estaciones de tren de toda Suiza para viajar a Estrasburgo. «Tenemos un poco de miedo, pero también mucha esperanza», dijo Stefanie Brander a Reuters en el tren.

Estrasburgo ha acelerado la audiencia, lo que significa que los jueces deben tomar una decisión dentro de un año en lugar de los tres habituales.

Pero debido a la avanzada edad de las suizas (73 años de media), varias decenas de ellas han muerto. «Puede que ya no esté aquí cuando llegue la decisión, pero al menos hice lo que pude», afirmó Volkoff.