El Pacto Mundial de la ONU reconoce que en 2022 se registraron importantes avances de las empresas hacia un futuro más sostenible. También en la adecuación de las leyes y normativas de los países. La sostenibilidad ya no es una opción, es una exigencia de las administraciones públicas y de las privadas. Pero ¿cuáles son las metas de sostenibilidad en 2023? Esta iniciativa global prevé el establecimiento de una gestión empresarial más verde e inclusiva que permita ventajas de negocio.
Iniciar un nuevo ciclo impone detenerse, mirar atrás y ponderar los logros y las tareas pendientes. En 2022 se produjo un hito histórico para el planeta: la ONU reconoció formalmente el acceso a un medioambiente sano como un derecho universal. Esto implica que las injusticias contra la salud de la Tierra y sus recursos se reduzcan por parte de todos los actores. Incluidas aquellas empresas que impactan negativamente en el medioambiente.
Asimismo, el año pasado se recuperaron las tres conferencias insignia de la ONU en materia medioambiental: la II Conferencia de los Océanos de Naciones Unidas (UNOC), la COP 27 sobre cambio climático en Egipto y la Cumbre de Biodiversidad de la ONU, la COP15 en Montreal.
Los desafíos de este 2023 son muchos. Empezando por cumplir los acuerdos alcanzados en estas cumbres de la mano de gobiernos, organizaciones, sociedades y de la ciencia del clima. Según el Pacto Mundial de la ONU deben igualmente dirimirse las distorsiones y los desequilibrios entre los países desarrollados y en desarrollo en la causa climática.
Además, en la agenda del nuevo año, especifica la necesidad de acelerar la transformación digital, asegurar la sostenibilidad en la cadena de suministro y las finanzas sostenibles. Así como aumentar la transparencia empresarial, la acción climática y la sostenibilidad empresarial como una oportunidad de negocio.
Entre las metas de sostenibilidad 2023 surge el afianzamiento de la innovación digital. Actualmente está conduciendo al mundo empresarial hacia nuevos modelos de negocio y la redefinición de algunos procesos. Para este año, se impondrán las empresas inteligentes: negocios donde se automatizará el trabajo recurrente. Se avanzará en las gestiones remotas y se digitalizará progresivamente la toma de decisiones.
La digitalización, según la categorización del Pacto Mundial de la ONU, se consolida como una palanca robusta a favor del desarrollo sostenible.
De modo conjunto, la inteligencia artificial, el blockchain y el metaverso se introducen cada vez más en la gestión empresarial. Ya no será extraño oír estos términos. Incluso se prevé la generación de nuevos modelos de lenguaje mediante chats con robots o el establecimiento de “la nueva ruta de la seda digital”. Una transformación que avanza a distintas velocidades.
Asimismo, las pymes tienen un reto con esta asignatura y marcará una verdadera ventaja competitiva en los próximos años.
Por otra parte, el parón mundial causado por la COVID-19 y la crisis de suministro provocada por la guerra de Ucrania han señalado de forma clara la necesidad de contar con cadenas de suministro seguras y resistentes. Cada vez más, se valora incorporar medidas de resiliencia y gestionar la exposición ante riesgos con un triple enfoque económico, ambiental y social. La necesidad de mejorar la sostenibilidad promoverá la búsqueda de proveedores alternativos, capacitar a los existentes. También garantizar los derechos de las personas a lo largo de las cadenas, la debida diligencia y la adaptación.
Para responder a estas demandas, el Pacto Mundial de la ONU, ICEX y la Fundación ICO han lanzado un programa piloto que dará respuesta a las exigencias normativas. Y capacitará en materia de sostenibilidad a 5.000 empresas proveedoras, en especial, pymes.
La economía verde es ya mainstream y estampará su sello en los procesos financieros, resalta la iniciativa de Naciones Unidas. Las finanzas demandan empresas sostenibles. La taxonomía verde y los avances de la social otorgan un nuevo paradigma a grandes empresas y pymes y condicionan cada vez un mayor número de inversiones.
Muchos directores financieros o CFOs están apostando desde sus áreas por la sostenibilidad porque saben que son claves de éxito. Directivos financieros han propuesto entre las metas de sostenibilidad 2023, crear un mercado de 10 billones de dólares para la financiación de la Agenda 2030. En el marco de la plataforma del Pacto Mundial de la ONU.
Entretanto, la transparencia empresarial se fortalece cada vez, también para la atracción de inversiones y procesos de compra. Así como para aumentar la confianza en el sector empresarial.
Multitud de empresas españolas han tenido avances positivos en la materia creando códigos de conducta, políticas de anticorrupción o canales de denuncia o reclamaciones. Sin embargo, estas cuestiones no llegan suficientemente a su cadena de valor. La creación de un código ético que afecte a proveedores o la evaluación de estos es una de las tareas pendientes
Una transparencia en materia de sostenibilidad se verá más reforzada con la nueva directiva de la Unión Europea. El reporting empresarial elevará su condición a la altura del financiero. Y el Pacto Mundial ha trabajado para estar al nivel de las demandas de las empresas con una innovadora metodología. Es el nuevo Informe de Progreso, adecuado a marcos internacionales y con capacidad de comparación que afectará a miles de empresas en todo el mundo.
La cuenta atrás para salvar el planeta está en números rojos. La acción por el clima debe ser el centro de las empresas y así será en 2023. La propuesta de la ONU en sus metas de sostenibilidad 2023, apuesta a la transición justa, que vincula los derechos humanos, la reconversión económica y el mundo laboral con los objetivos de la Agenda 2030.
Sostiene que esa transición justa es más necesaria que nunca. Es hora de conseguir reducir a cero las emisiones netas y una resiliencia climática inclusiva y justa. Para impulsar la acción, desde el Pacto Mundial ponen al servicio de las empresas herramientas como el Climate Ambition Accelerator. Un programa internacional específico que está movilizando al tejido empresarial hacia una economía neutra en carbono con objetivos basados en la ciencia.
En 2023, la sostenibilidad continuará siendo una oportunidad de negocio. Según la consulta formulada por esa instancia de la ONU, el 79% de las empresas asegura ya que existen ventajas competitivas en la Agenda 2030. Además, un 49% afirma que la integración de la sostenibilidad y los ODS ha impactado de forma positiva en los resultados económicos.
Los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) se han convertido en claves para las empresas. Europa y España han elegido que su motor sea verde. La sostenibilidad empresarial es clave para aprovechar estas oportunidades y no quedarse atrás. En 2023, las empresas sostenibles son las semillas de un mundo más verde e inclusivo. El futuro es sostenible.