Carlos III sucede en el trono británico a su madre Isabel II, tras décadas a la sombra de su mandato y popularidad. En 2021, antes del jubileo de platino, la reina secundó a su primogénito en una propuesta ambientalista. Entonces, la Casa Real británica informó: “La reina se unió a la iniciativa del príncipe de Gales para la primera plantación de árboles”, en ocasión de los 70 años de su reinado. Este rasgo ha perfilado el carácter de Carlos III desde su juventud. Desde entonces ha manifestado su compromiso con el medioambiente, la naturaleza y las causas climáticas.
El soberano inicia su reinado inmerso en el “profundo dolor” que lo aqueja por la pérdida de su madre y una conmoción internacional volcada en muestras de solidaridad y condolencias. Las últimas horas en Gran Bretaña se consumen en ceremonias pomposas y apegadas a las rigurosas tradiciones reales bajo la mirada afectuosa de los británicos.
Carlos III, de 73 años de edad, asume sus responsabilidades de monarca en medio de complejidades políticas y económicas que irrumpen la cotidianidad en el Reino Unido. Además, en el tránsito de una ruta verde para lograr la neutralidad de carbono y salvar el planeta de la crisis climática. Hoy reina una crisis energética alimentada por la incertidumbre de los suministros y los altos precios del gas y electricidad.
La iniciativa ambiental de 2021 no fue la única que la reina Isabel II avaló y siguió con su presencia. Además, con sus manos cavó el hoyo y plantó un árbol. Otros planes y motivaciones de su sucesor, fueron aprobados y difundidos por la corona. Sin duda, Carlos marcó una agenda ambiental amplia y comprometida. En su primer discurso televisado a la nación, Carlos III exaltó la “dedicación y devoción” como madre y soberana de Isabel II.
Una encuesta de la firma Ipsos desveló las expectativas de los británicos sobre el liderazgo de su monarquía. En mayo, los datos sobre la satisfacción de los ciudadanos del Reino Unido con las distintas figuras que forman parte de la Casa Real, dejaban a la luz la poca popularidad del actual rey. Mientras su madre Isabel II contaba con la mayor aprobación, un 86%, y su el príncipe William, un 81%, Carlos llegaba a un 65% de satisfacción por parte de su pueblo.
Dando por hecho que el príncipe Carlos se iba a convertir en rey, se preguntó a la ciudadanía cómo actuaría como monarca. La mayoría, el 68%, lo veía como alguien que aprovecharía su cargo para poner el foco en el cambio climático. Poco más de la mitad (55%) declaraba que se convertiría en jefe de Estado de los mismos países de la Commonwealth que su madre . Mientras, que un 43% pensaba que realizaría trabajos de modernización de la Institución y 4 de cada 10 que reduciría los gastos de la corona.
Por lo pronto y, ante las crecientes expectativas de su reinado, Carlos III ha cumplido un dilatado trabajo a favor del medioambiente. El 19 de febrero de 1970 dio su primer discurso sobre la materia. En aquel momento, cuando tenía 22 años y todavía no el mundo no estaba tan concienciado sobre los grandes problemas de la contaminación, avisó sobre los efectos peligrosos que podía ocasionar el plástico en el entorno.
Desde los setenta, el príncipe Carlos se ha involucrado más y más en esa causa. En 1980 escribió un libro para su hermano menor, el príncipe Eduardo, llamado El viejo de Lochnagar. La historia de un anciano que vive en una cueva cerca de Lochnagar, una montaña cerca de Balmoral, donde la familia real pasa las vacaciones de verano.
Lo publicó en ayuda de la organización benéfica The Prince’s Trust. Desde entonces ha pasado a llamarse The Legend of Lochnagar, en honor de la película hecha a partir del libro.
En 2007 puso en marcha el ‘Proyecto de la Selva Tropical del Príncipe’. Una iniciativa global que cuenta con el respaldo de empresas, políticos y personalidades para crear conciencia y actuar contra la deforestación tropical. Más reciente, en septiembre del pasado año, creó el Consejo de Mercados Sostenibles, en colaboración con el Foro Económico Mundial.
“Ahora mismo nos estamos enfrentando a los horribles efectos de la contaminación y todas sus formas cancerosas”, señaló al referirse al impacto que sufren los ecosistemas como consecuencia de la acción humana. “Lo que intentamos hacer es construir un puente necesario entre inversores y proyectos”, contó sobre el Consejo de Mercados Sostenibles.
En una visita oficial reciente a la Isla de Palau, el ahora Carlos III sacó a relucir su preocupación climática y por el medioambiente. «Lo que le hacemos al océano y a la naturaleza, en última instancia, nos lo hacemos a nosotros mismos. La situación es realmente grave y las consecuencias de la inacción y de los negocios, como de costumbre, son inimaginables», manifestó.
Con motivo de las olas de calor en el Reino Unido este verano, afirmó: “Nunca han sido más importantes que ahora los compromisos sobre las cero emisiones netas. Todos nos sofocamos bajo la alarmantes temperatura récord en Gran Bretaña y Europa. La crisis climática es una emergencia genuina y es absolutamente esencial abordarla.
Si bien el cambio climático es una crisis que los gobiernos intentan abordar casi con desesperación, Carlos ha estado advirtiéndolo desde hace mucho tiempo. Siendo príncipe de Gales, instaló uno de los primeros bancos de botellas del mundo en el Palacio de Buckingham en 1980, que fue ridiculizado por la prensa, reseñó Perfil. También fue pionero en las técnicas agrícolas durante los últimos 35 años, instalando paneles solares en su casa en Highgrove House y otras casas reales.
Son muchas las declaraciones y actuaciones públicas y privadas de Carlos III en defensa del medioambiente. En 1986, reconvirtió su granja de Highgrove House (la casa que restauró con la idea de formar allí un hogar junto a Diana de Gales ) en un lugar de cultivo orgánico.
De Highgrove House son la mayoría de frutas que consume por las mañanas y también las verduras de la cena. En esas instalaciones se hizo el lanzamiento de su marca orgánica Duchy Originals en 1990, que vende más de 200 productos sostenibles, desde alimentos hasta muebles de jardín.
Según The Telegraph, el Aston Martin del príncipe Carlos, un regalo de cumpleaños de la reina, ahora funciona con biocombustible elaborado con excedentes de vino inglés. Mientras tanto, se asegura que sus Jaguars, Audis y Range Rovers funcionan con aceite de cocina.
A principios de 2021, el rey de Inglaterra asistió a la cuarta edición del “One Planet Summit” sobre biodiversidad, que reunió en París a la comunidad internacional. Allí presentó su “Terra Carta”, o “Carta de la Tierra”, un escrito al estilo de la Carta Magna donde explica su proyecto a diez años para salvar el planeta. Un plan para el que ha instado a los líderes de la industria empresarial a que se comprometan a ser más ecologistas y que para ello destinen 7.800 millones de euros a lo que ha llamado «capital natural», que se destinará al medioambiente.
En su “Carta de la Tierra” elaboró un “plan de recuperación” hacia la sostenibilidad, para dar derechos y poner en valor la naturaleza. En este proyecto, ya tiene apoyos, como el de Sir Jony Ive, el hombre que diseñó el iPhone de Apple y que ha dado forma al documento de esta nueva Carta, reseñó ABC.
Entre las iniciativas que podría incluir la “Carta Terra” se encuentra la reforestación, la restauración del paisaje como un medio para reducir las emisiones. Asimismo, restaurar la biodiversidad e impulsar el crecimiento económico sostenible y la creación de empleo. El proyecto coloca a la naturaleza, las personas y el planeta como la base para poder transformar los recursos del sector privado. Así, el texto presenta 100 recomendaciones para las empresas. El rey de Inglaterra y su equipo las consolidó después de meses de reuniones con líderes de industrias, gobiernos e inversores.