Los lujos y las excentricidadades también son contaminantes. No solo se reserva a las grandes factorías, la deforestación y las explotaciones petrolíferas y gasíferas. Los aviones o jets privados en que se movilizan las celebridades, en promedio, son 10 veces más intensivos en emisiones de carbono que los aviones de pasajeros. Y 50 veces más contaminantes que los trenes.
Esta conmoción medioambiental la ocasiona apenas el 1% de la población que genera alrededor del 50% de las emisiones de la aviación mundial. Artistas, futbolistas, políticos, reyes y millonarios se adueñan de los cielos y se desplazan en sus jets privados, incluso para distancias cortas.
Transport & Environment y Ecologistas en Acción señalan en su informe, que estos vuelos en Europa, se han invisibilizado a pesar del impacto ambiental desmesurado. Las emisiones de CO2 de un vuelo privado de cuatro horas equivalen al total de emisiones de una persona durante un año.
Siete de las diez rutas más contaminantes que utilizan los aviones privados dentro de Europa se encuentran en el eje Reino Unido-Francia-Suiza-Italia. Los aviones privados procedentes del Reino Unido y Francia son la mayor fuente de contaminación. En conjunto equivalen a más de un tercio (36%) de las emisiones de CO2 de los vuelos privados en el continente.
España representa el quinto país europeo en emisiones generadas por vuelos privados que salen de su territorio, con un 9,2% del total.
Estas contribuciones que acentúan la crisis climática, se extienden a todo el planeta. Y Estados Unidos compite con los países europeos antes citados, para posicionarse en primera fila.
En las últimas horas ha causado revuelo el ránking de los diez famosos que más contaminan el ambiente con amplios volúmenes de emisiones con sus jets privados. Yard, la agencia de marketing digital con agenda de sustentabilidad, realizó una investigación con datos de lo que va del año, a razón del uso de estos aviones privados que distan del comportamiento de la aviación en general.
La lista de las 10 principales figuras del entretenimiento internacional con mayores emisiones de CO2 por uso de su jet privado, la encabeza Taylor Swift, con 8.293,54 toneladas. La intérprete de «Shake it up» ha generado más emisiones de carbono que otras celebridades con un total de 170 vuelos en su jet privado desde enero. La cantante acumula 22.923 minutos en el aire, es decir casi 16 días. Ella no está de gira, por lo que no habría alguna razón para este consumo. El tiempo promedio de vuelo de Taylor es de 80 minutos y 224 kilómetros por vuelo.
En segundo lugar está el boxeador Floyd Mayweather con 7.076.8 toneladas de CO2. Acumula 177 vuelos en lo que va de 2022, lo que promedia 25 vuelos por mes, es decir casi uno por día. Floyd también tiene el tiempo de vuelo más corto de la lista, de 10 minutos.
Le siguen el esposo de Beyonce, Jay-Z con 6.981,3 toneladas de CO2. Luego está A-Rod, el ex de JLo y jugador de baloncesto, que ha tomado 106 vuelos en aviones privados este año. Mientras tanto, el cantante de música country, Blake Shelton con 4.495 toneladas de CO2.
En este ránking de las celebridades que más contaminan el aire, está Steven Spielberg con 4.465 toneladas de CO2. El tiempo total que ha pasado volando en su jet privado hasta esta altura del año es de 12.341 minutos en 61 vuelos, es decir que duró casi nueve días en el aire. Detrás se encuentra Kim Kardashian lleva 57 vuelos hasta el mes de julio, genera 609,8 veces más de lo que emite una persona promedio en un año. El actor y productor Mark Wahlberg con 3.735,2 toneladas de CO2. La periodista Oprah Winfrey con 3.493,17 toneladas de CO2. Y, en el décimo puesto, el rapero Travis Scott.
Los cálculos corren a cargo de Jack Swenney, un estudiante de programación de 19 años al que Elon Musk ofreció 5.000 dólares si dejaba de tuitear la huella de carbono de los vuelos privados de los famosos. No solo se negó, sino que su perfil automatizado Celebrity Jets suma miles de seguidores. Difunde ubicación del despegue y el aterrizaje, modelo de avión, tiempo de trayecto, cantidad de CO2 emitido y dueño del jet. Eso no significa que estos últimos estén siempre dentro.
Los hábitos de los ricos provocan fascinación y repulsión, en especial, cuando se difunde su contribución a las emisiones con el uso de sus jets privados. Algunos expertos alertan de que esta reacción puede ser contraproducente.
“El fenómeno de exponer a los famosos me parece, como mínimo, delicado”, dijo a el Diario, Bruno Martín, divulgador científico y activista climático. “Decir que el cambio climático es solo culpa de las personas ricas por usar jets privados es desviar el foco de los cambios estructurales que hay que hacer en los hábitos de consumo de la población mundial”.
En el sobreuso de jets privados y sus emisiones de carbono también incluye a millonarios, políticos y personas de negocios.
En noviembre de 2021, El Mundo reseñó el importante número de aviones privados que se movilizaron para asistir a la cumbre del clima la COP26 en Glasgow. Entonces se hicieron acusaciones de «hipocresía verde» hacia los líderes y empresarios participantes. Hasta 400 jets, encabezados por el Gulf Stream del hombre más rico de la Tierra, Jeff Bezos, aterrizaron en los aeropuertos de Glasgow y Edimburgo, según estimaciones de The Daily Mail. Se calcula que los viajes en avión pueden suponer hasta el 85% de la mancha de carbono de la cumbre del clima.
En el grupo, destacó Bill Gates, otro supermillonario, que llegó a Glasgow procedente de Turquía, donde celebró su 66 cumpleaños a bordo del yate de lujo Lana, que emite unas 7.000 toneladas de CO2 al año. El fundador de Microsoft y autor de “Cómo evitar el desastre del clima” fue duramente criticado por el ejercicio de greenwashing (lavado verde) en la COP26 tras «el horrible dispendio de energía y la liberación de emisiones».
El presidente Joe Biden tampoco ha predicado con el ejemplo a su paso por Glasgow. El séquito incluía cuatro aviones (entre ellos el Air Force One), el helicóptero Marine One. Y la comitiva de 26 vehículos que acompañan en su desplazamiento a The Beast, el vehículo blindado del presidente.
Las delegaciones de Nigeria y Mauritania también llegaron en avión privado. Al igual que las familias reales de Kuwait y los Emiratos Arabes Unidos. El príncipe Alberto de Mónaco y el Príncipe Carlos de Inglaterra. Según The Daily Mail, los jets privados en la COP26 podrían generar en conjunto 13.000 toneladas del CO2, equivalente a las emisiones de 1.600 británicos en un año.
A este conteo no ha escapado el rey emérito Juan Carlos I. El furor viajero que protagonizó entre 2008 y 2018 ha supuesto un abultado incremento de su huella ambiental.
Los vuelos privados utilizados en esa década le han añadido, al menos, 3.400 toneladas de CO2 a su factura climática personal, refiere el Diario. Es tanto como lo que emitiría cada ciudadano durante 586 años, ya que las emisiones netas per cápita en España de 2019 fueron 5,8 toneladas, según el Inventario Nacional de Emisiones.