Greenwashing

Greenpeace bloqueó por unas horas el puerto de la Shell en Rotterdam y propone una iniciativa ciudadana para que se prohíban los anuncios de combustibles fósiles. La intención es acabar con las campañas que ‘pintan de verde’ lo que no lo es. Vulgar y tramposo greenwashing.

Un informe de la organización medioambiental desvela cómo las empresas de combustibles fósiles maquillan de verde sus peligrosos modelos de negocio a través de anuncios y patrocinios. Aunque sus productos son altos emisores de CO2 la mayor parte de su publicidad se enfoca al “lavado ambiental”.

El lunes 4 de octubre más de 80 activistas de Greenpeace de 12 países de la Unión Europea bloquearon a las 9:00 de mañana la entrada a la refinería de petróleo de Shell utilizando el velero de Greenpeace The Beluga II, de 33 metros de eslora.

Mientras voluntarios de Francia, Bélgica, Dinamarca, Alemania, España, Grecia, Croacia, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia, Hungría y Países Bajos, mostraban pancartas contra los combustibles fósiles, otros 9 escalaron un tanque de petróleo de 15 metros y le pegaron los anuncios con la enseña de Shell que pretenden el lavado ambiental. Otro grupo levantó una barrera con anuncios adheridos a 4 cubos flotantes de 2 metros por 2 metros. En kayaks e hinchables, otros invitan, con carteles y pancartas invitando, a unirse a la “Revolución sin fósiles” y a exigir la “Prohibición de los anuncios de combustibles fósiles”.

La crisis energética que afecta a Europa ha sido orquestada por los grupos de presión del gas fósil y el petróleo, a expensas de los consumidores y del planeta 

“Crecí leyendo carteles sobre cómo los cigarrillos te matan, pero nunca vi advertencias similares en las gasolineras o en los depósitos de combustible. Aterra que mis deportes y museos favoritos los patrocinen compañías aéreas y automovilísticas. Los anuncios de combustibles fósiles pertenecen a un museo y de ahí no deben salir. Somos la generación que pondrá fin a la industria de los combustibles fósiles”, dijo Chaja Merk, activista de Greenpeace.

Mientras realizaban la protesta pacífica 20 organizaciones lanzaron una Iniciativa Ciudadana Europea, pidiendo una ley que prohíba la publicidad y el patrocinio de los combustibles fósiles en la Unión Europea. Si reúnen 1 millón de firmas verificadas en un año, la Comisión Europea está obligada a responder y considerar la posibilidad de incorporar las demandas a la legislación europea.

Silvia Pastorelli, activista de la UE sobre el clima y la energía y organizadora principal de la ICE, dijo que la intención de la protesta tenía como fin de “levantar el velo sobre la industria de los combustibles fósiles y confrontarlos con su propia propaganda”.

“El bloqueo se basa en los mismos anuncios que utilizan las empresas de combustibles fósiles para engañar a los ciudadanos, retrasar la acción climática y limpiar su imagen. Sus anuncios no se parecen en nada a la realidad”, manifestó. 

La directora de Greenpeace internacional, Jennifer Morgan, que participó en el bloqueo de Rotterdam, dijo que Europa planea aumentar la producción de gas fósil cuando falta menos de un mes para la COP26. “La medida incrementaría las emisiones y lo que necesitamos es romper esta dependencia. La crisis energética que afecta a Europa ha sido orquestada por los grupos de presión del gas fósil y el petróleo, a expensas de los consumidores y del planeta”, recapituló.

El 81% de los anuncios y promociones de las 3 peores empresas –Shell, Preem y Fortum– clasifica como greenwashing

Agregó que la distracción climática y las tácticas dilatorias mantienen a Europa enganchada a los combustibles fósiles, al tiempo que impiden la urgente y necesaria transición verde y justa. “Es hora de decir no más propaganda, no más contaminación, no más beneficios antes que las personas y el planeta”, apuntó.

La investigación de DeSmog analizó el contenido denotativo y connotativo de más de 3.000 anuncios de las empresas Shell, Total Energies, Preem, Eni, Repsol y Fortum en Twitter, Facebook, Instagram y YouTube. Lo que encontró es aterrador. El 81% de los anuncios y promociones de las 3 peores empresas –Shell, Preem y Fortum– clasifica como greenwashing. La media de los 6 gigantes de la energía es del 63%.

El informe muestra que Shell es la empresa con más discrepancia entre los anuncios verdes y la inversión en combustibles fósiles. Dedicó el 81% de los anuncios estudiados al lavado verde, mientras que invirtió el 80% de sus inversiones en petróleo y gas. Shell declaró este año que está invirtiendo cinco veces más en petróleo y gas que en energías renovables.

“Las evidencias ante la emergencia climática son cada día más aterradoras y reales No podemos permitir que la industria de los combustibles fósiles muestre su logotipo en nuestros equipos deportivos favoritos, en los museos y en nuestros eventos musicales. Necesitamos un mundo libre de fósiles”, insistió Tatiana Nuño, de Greenpeace.