A seis meses de su designación como presidente de la cumbre climática de la ONU, el sultán Ahmed al-Jaber parece dar un giro en sus opiniones, al menos, en sus intervenciones públicas. Dijo que la COP28, a realizarse a finales del año en Emiratos Árabes Unidos (EAU), acelerará una transición energética que “reduzca gradualmente el uso de combustibles fósiles”.
Los comentarios representan un ligero cambio en la posición de al Jaber desde su anterior discurso cuando expresó su apoyo a la «eliminación gradual de las emisiones de combustibles fósiles». Otorgando un papel importante a las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono.
Pero, el también CEO del gigante petrolero estatal de los Emiratos Árabes Unidos aún no ha llegado a pedir una «eliminación gradual» o indicar el ritmo al que debe ocurrir la reducción gradual. Sus declaraciones son seguidas de cerca, ya que como anfitrión de la cumbre, juega un papel importante en las negociaciones por reducir las emisiones de gases.
Durante un discurso virtual en la reunión de ministros y altas autoridades de medio ambiente, ciencia, tecnología e innovación del G77 + China se refirió a los fósiles. Al Jaber comentó que la COP28 «aceleraría una transición energética justa que triplique las energías renovables. Duplique la producción de hidrógeno y aumente la eficiencia energética mientras reduce gradualmente el uso de combustibles fósiles».
Afirmó a los asistentes que en el encuentro climático «debemos salvaguardar la asequibilidad, la accesibilidad y la seguridad de la energía. Al tiempo que mantenemos el desarrollo socioeconómico».
Lamentablemente las cumbres climáticas se han convertido en encuentros de cabilderos de las grandes compañías petroleras y gasíferas, ejemplo de ello, la COP27. Ahmed al-Jaber asegura que la COP28 impulsará la reducción gradual del uso de combustibles fósiles.
Además, anticipa que se producirá un “plan de acción que reactivará el impulso de cada uno de los pilares de la acción climática, desde la mitigación hasta la adaptación, el financiamiento y las pérdidas y daños”.
En su intervención reafirmó la necesidad de reformar las finanzas climáticas y las instituciones financieras internacionales (IFI). Y en cuanto a la adaptación advierte que «necesitamos duplicar la financiación a 40.000 millones de dólares. Y permitir un sistema de alerta temprana verdaderamente mundial, basado en las mejores tecnologías».
A los delegados y ministros asistentes a la cita, sostuvo que “el obstáculo más grande para el éxito son las finanzas, y la Presidencia de la COP28 está comprometida a abordar este problema de manera real”.
En su opinión, “hay señales alentadoras de que se cumplirá la promesa de 100.000 millones de dólares atrasada”. Pero, “las IFI y los BMD no están distribuyendo financiamiento concesional con la suficiente rapidez. El financiamiento climático debe estar más disponible, más accesible”.
Al Jaber afirma también que la COP28 trabajará para reducir el nivel de riesgo. Movilizando «al sector privado, desbloqueando billones de dólares en financiamiento climático». Por primera vez, la cumbre “abordará los impactos del cambio climático y los medios de vida poniendo la alimentación, la salud y la naturaleza en el corazón de COP”.
El presidente de la COP28 ha recibido críticas de activistas y organizaciones ecológicas por su doble función de petrolero y jefe de la cumbre climática y, por sus declaraciones en las que no se ve convencido de cortar la vida útil de los combustibles fósiles.
Ante sus opiniones, el secretario de la ONU, Antonio Guterres le ha salido al paso. Pidió a los países que eliminen gradualmente los combustibles fósiles y “dejen el petróleo, el gas y el carbón en el suelo donde pertenecen”.
Al tema controversial de la energía y su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero, se une el financiero. Al Jaber recordó a los participantes que en la COP27, “la unidad del G77 fue fundamental para lograr un resultado histórico sobre pérdidas y daños. De hecho, los países del Grupo pueden ayudarnos en cada una de las áreas prioritarias impulsando la unidad y la solidaridad a lo largo de las negociaciones».
Insistió en que la COP28 necesitaría la ayuda del G77 para ofrecer “una respuesta audaz y transformadora al balance global. Concluir el objetivo global de adaptación y acelerar una transición energética equilibrada y justa. Y, finalmente entregar el alcance de la financiación climática que se necesita para obtener resultados concretos”.
Concluyó con un llamado a unirse, actuar y entregar. “Trabajemos juntos para allanar el camino hacia un futuro inclusivo, sostenible y resiliente para todos”.