Alineados con los objetivos establecidos en el Acuerdo Climático de París, los habitantes de Pari, en Indonesia, han interpuesto una demanda climática a la cementera suiza Holcim. Reclaman que reduzca en un 43% sus emisiones de CO2 para 2030, y en un 69% para 2040. Además, esperan que los indemnicen con 14.400 francos suizos (14.430 euros) por los daños ecológicos que han causado y exigen que contribuya económicamente a la adaptación al cambio climático de la isla.
Entre los años 1950 y 2021, a empresa ha emitido 7,15 millones de toneladas de CO2. Esto supone el 0,42% de las emisiones industriales globales desde el año 1750, según cálculos de la ONG Amigos de la Tierra Indonesia (WALHI).
Un grupo de cuatro pescadores indonesios, en colaboración con la ONG WALHI, ven con preocupación la subida del nivel del mar en la isla. Las consecuencias del cambio climático dificultan el día a día de los habitantes de esta pequeña isla de arena blanca situada en el mar de Java. «Cada año es peor. Debido al cambio climático, el nivel del mar está subiendo y, durante las tormentas, nuestra isla se inunda cada vez más», afirma Pak Arif, uno de los demandantes. En 2022 su casa se inundó en cinco ocasiones.
La subida del nivel del mar, una consecuencia del cambio climático, ha hecho que la isla de Pari pierda el 10% de su territorio. Si continúa esta tendencia, la isla quedaría completamente sumergida en el 2050, según estimaciones de los expertos.
Las consecuentes inundaciones en Pari provocan además la salinización de las reservas de agua dulce. Es decir, provoca la escasez de agua para beber agua o ducharse. Evidentemente también impactan al sector del turismo, que cada vez se ve más afectado.
La empresa suiza Holcim, lider en el suministro de cementos y áridos, es una de las 50 empresas que más emiten CO2 a nivel mundial. Paradójicamente, su compromiso medioambiental incluye una política en la que prometen crear su primera planta de cemento «Net Zero» para 2030. Así como reducir la intensidad de CO2 en un 40% desde 1990.
Al respecto, la ONG Amigos de la Tierra explica que este compromiso llega «demasiado tarde». Consideran que incluso podría no ser técnicamente, económicamente y socialmente factible, debido al alto coste de esta tecnología que todavía se está desarrollando. «Los objetivos climáticos actuales de Holcim están lejos de ser suficientes para lograr el objetivo acordado en el Acuerdo Climático de París para limitar el calentamiento global a 1,5 grados. Holcim está haciendo muy poco para reducir sus emisiones y lo poco que ha hecho por el momento llega demasiado tarde. En concreto, la cementera está planeando reducir sus emisiones por tonelada de cemento, en lugar de implementar una reducción absoluta de las mismas», indican desde la organización.
El gigante cementero tiene varias plantas operativas en Indonesia. Una de ellas la de Java, que aunque no se encuentra físicamente en la isla de Pari, los demandantes aseguran que sufre los efectos indirectos del colapso ambiental causado por su actividad. Por esa razón, el pasado 30 de enero algunos de ellos presentaron su demanda a Holcim ante el tribunal cantonal de Zug. Ubicado al norte de Suiza.
Los pescadores indonesios llevan más de seis años luchando para frenar el impacto de Holcim. El año pasado, se llevó a cabo una audiencia de conciliación con representantes de la empresa pero no se llegó a ningún acuerdo. Esto los motivó a seguir con el proceso legal con apoyo de las ONG Amigos de la Tierra, Centro Europeo para los Derechos Humanos y Constitucionales y Swiss Church Aid.
Desde Swiss Church Aid, el experto Yvan Maillard-Ardenti señala que este caso busca enviar al mundo un mensaje. «El de que las personas afectadas por daños causados por el clima deben pedir con mayor frecuencia justicia ante las grandes empresas contaminantes del mundo desarrollado». Ahora los tribunales tendrán que juzgar cada vez más si las grandes corporaciones deben o no pagar compensaciones por los perjuicios que ha causado el cambio climático, insiste.
La demanda interpuesta por los habitantes de Pari es la primera por delitos climáticos que afronta una empresa suiza. Sin embago, existe un precedente en este tipo de denuncias en Europa, la demanda contra la petrolera Shell, que fue condenada en 2021 a reducir sus emisiones un 45% para 2030.
La demanda interpuesta contra Holcim exige, según los pescadores, asumir una responsabilidad histórica. Pero también es una llamada a la responsabilidad, para que reduzca sus emisiones de forma inmediata. No es posible remediar los daños ecológicos a la isla con la indemnización, aseguran. Su objetivo es contribuir a proteger los medios de vida de millones de personas que se encuentran amenazadas por el cambio climático. Principalmente en el Sur Global.