La Unión Europea anunció un objetivo más ambicioso para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la COP27 en Sharm el-Sheikh, Egipto. Pero algunos ambientalistas se muestran escépticos al ofrecimiento.
El objetivo del bloque para 2030 consiste en reducir las emisiones de gases en 55 % en comparación con los niveles de 1990. Esto ahora se incrementará al menos a 57%. Según el Acuerdo de París, los 27 estados miembros de la UE comparten una Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) que representa un compromiso conjunto para disminuir las emisiones.
«Estoy feliz de anunciar aquí que la UE está lista para actualizar su NDC reflejando esta mayor ambición», dijo el jefe de política climática de la UE, Frans Timmermans en la sala de conferencias de la cumbre del clima. “Que nadie les diga, aquí o fuera, que la UE está dando marcha atrás”, añadió.
Los detalles exactos del objetivo actualizado deben finalizarse antes de fin de año, explicó. Sin embargo, también señaló que los acuerdos recientes para eliminar gradualmente los autos de gasolina y diésel para 2035. Así como impulsar los sumideros de carbono y compartir los recortes de emisiones entre los estados miembros ya son suficientes para lograr la reducción de emisiones del 57%.
En octubre, la Agencia Europea de Medio Ambiente advirtió que el continente no estaba en camino de cumplir su objetivo actual debido a la recuperación económica posterior a la pandemia, reseñó DW.
Pero Timmermans afirmó que la UE estaba «ahorrando más energía, invirtiendo más que nunca en energías renovables».
Y negó que la UE estuviera en una «carrera por la gasolina» después de la guerra y su desatada crisis energética. “No dejes que te digan que la invasión rusa de Ucrania está acabando con el Acuerdo Verde Europeo”.
Ante el compromiso público de la UE en la cumbre del clima, COP27, de elevar sus metas de recorte de emisiones, los activistas climáticos dijeron que el anuncio no va lo suficientemente lejos. Y no minimizará el calentamiento global de acuerdo con el objetivo de París de 1,5ºC.
Climate Action Network Europe (CAN), una ONG con sede en Bruselas, tuiteó que «necesitamos al menos -65%, que es la parte equitativa de la UE para alcanzar 1,5 °C».
“Este pequeño aumento anunciado en la COP27 no hace justicia a los llamados de los países más vulnerables a la primera línea”, dijo Chiara Martinelli, directora de la CAN, según la agencia alemana. «Si la UE, con un largo historial de emisión de gases de efecto invernadero, no lidera la mitigación del cambio climático, ¿quién lo hará?».
Asimismo, el grupo de expertos sobre el clima Carbon Action Tracker calificó el nuevo objetivo de «profundamente inadecuado». Pero señaló que era «innecesariamente pequeño» ya que la UE estaba en camino de lograr reducciones del 60-61% para 2030 debido a «objetivos más altos de eficiencia energética y energías renovables bajo discusión.»
«¡Bien, pero no lo suficiente como para ponernos en línea con 1,5°C!» tuiteó Yan Dupas, asesor de clima y medio ambiente del Partido de los Verdes Europeos. También pidió un recorte de emisiones del 65% para 2030.
Otros activistas consultados por Político manifestaron que hay algo de magia con los números de reducción de emisiones que la UE está promocionando con orgullo en la cumbre climática COP27.
Las ONG climáticas son mucho más escépticas que la mirada que hace la UE a futuro. Acusan que las enmiendas hechas al gigantesco proyecto Fit for 55 modifican los números, pero la contaminación real de CO2 emitida por el bloque no cambiará. El cambio crucial es la contribución de las emisiones negativas realizadas bajo la revisión del Reglamento de uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura (LULUCF). Que calcula el CO2 absorbido por la tierra y los bosques, conocido como sumideros de carbono.
«Antes de la Ley del Clima, los objetivos de reducción de la UE eran ‘brutos’. Esto significa que no incluían las extracciones del sumidero de tierra», dijo Mark Preston Aragonès. Asesor de políticas de Bellona, una ONG de descarbonización industrial. “Pero ahora que hay un objetivo neto, pueden jugar y pretender que están haciendo más para reducir las emisiones”.
Dijo que una falla crucial en la forma en que la UE estima su nuevo objetivo climático principal de un recorte del 57%. Es que almacenar CO2 a través de sumideros naturales, como el suelo y los bosques, es una forma menos permanente de acción climática que reducir las emisiones de gases por completo. Esto se debe a que estos ecosistemas pueden verse afectados por perturbaciones naturales, como incendios, plagas y sequías, lo que reduce su capacidad de absorción.
Ulriikka Aarnio es coordinador sénior de políticas climáticas y de uso de la tierra en la Red de Acción Climática de Europa. Dijo que el Reglamento LULUCF revisado significa que «el sumidero ahora es más grande de lo previsto en la Ley Climática de la UE,. Pero está en el papel».
La Comisión Europea se negó a comentar sobre la acusación de las ONG de que el objetivo de reducción actualizado del 57% es un truco contable.
El objetivo de la UE para la eliminación de CO2, tal como lo planteó en la COP27, se cambió la semana pasada para llegar a 310 millones de toneladas para 2030. Frente a la meta anterior de 265 millones de toneladas.
Pero incluso si los países de la UE alcanzan sus objetivos nacionales, el «impacto atmosférico» de las reducciones «no será realmente menos 310 millones de toneladas en 2030», agregó Aarnio. El Reglamento LULUCF permite a los países de la UE excluir algunas emisiones de CO2 del uso de la tierra. Y sector forestal en casos específicos, como los incendios forestales.
«Con las flexibilidades, puede descontar las emisiones que no pone en su libro de contabilidad como perturbaciones naturales. Pero estas emisiones aún van a la atmósfera», resaltó.